Mecanica

Mecanica

sábado, 15 de noviembre de 2014

Cita con Soledad...


Hoy, como de costumbre, decido sentarme con mi café y mi tabaco, las nueve con treinta y dos y mi cita con la soledad se hace presente, me suele contar recuerdos de todo tipo, en ocasiones una ligera sonrisa se logra escapar en mi sorbo de café, recordando esos momentos felices. Mi mirada se pierde en las luces de la ciudad mientras la soledad continua con los recuerdos, en ocasiones son buenos, otros dolorosos, melancólicos o simplemente recuerdos vagos que mi mente ha decido borrar con el paso del tiempo. Las diez menos veinte, y soledad decidió tocar el corazón, en ocasiones como esta no suele ser ella la mejor compañía, pero no es una visita que se pueda correr, incluso al estar acompañado. Grita verdades, pues ella no miente, decide sincerarse y comienza hablar, no se puede ignorar, habla en la mente, en tu cuerpo... en tu corazón, invade tu cuerpo, tu alma, recorre tu cuerpo y eriza la piel. Las diez menos diez, y mi cigarrillo se convierte en cenizas; el humo se disipa entre el viento frio que entra por mi ventana, soledad me sigue trayendo recuerdos olvidados, recuerdos que pensé yo había olvidado. Las diez en punto; mi café se ha terminado, pero soledad sigue hablando, me levanto y me sirvo mas café, saco otro cigarrillo y lo pongo en mis labios húmedos, inhalo profundamente con los ojos cerrados, como si el humo fueran recuerdos que no quiero que salgan de mi. Las diez con quince minutos, soledad decide guardar un poco de silencio, mi mente se apacigua, mi corazón deja de latir aceleradamente, mis músculos se relajan y doy un sorbo a mi café. Las diez con veinte y soledad decide irse, y me despide con un agradable recuerdo, de que a pesar de que ella nos visite de vez en cuanto... realmente nunca estamos del todo solos...

No hay comentarios:

Publicar un comentario